¿Sabías que el Paseo Marítimo de Ribadesella está íntimamente ligado a la realeza? Esta localidad asturiana no solamente es conocida por su impresionante paisaje y sus tradiciones, sino también por su especial vínculo con la reina Doña Letizia. Desde su más tierna infancia, la reina pasaba las tardes de verano en Sardéu; localidad riosellana en la cual vivieron sus abuelos. Por este motivo, desde su compromiso con el futuro rey de España, Ribadesella ha mostrado con orgullo su relación con la casa real.
Paseo Marítimo Princesa Letizia
El Paseo Marítimo de Ribadesella es conocido por su belleza y encanto natural. A lo largo de los años, ha sido un lugar popular para que los residentes y turistas disfruten de la costa y las vistas panorámicas al mar Cantábrico. La estrecha relación que la actual reina posee con Ribadesella se remonta a su más tierna infancia. Doña Letizia Ortiz Rocasolano, antes de convertirse en Reina de España en 2014 junto al Rey Felipe VI, llevaba el título de Princesa de Asturias como consorte del heredero al trono. Esta conexión con Asturias y su gente es lo que inspiró el nombramiento del paseo marítimo en su honor.
El Paseo Marítimo Princesa Letizia se inauguró en junio de 1999 convirtiéndose así en un espacio emblemático que se extiende a lo largo de la costa de Ribadesella. Con una extensión de unos 200 metros, este lugar es todo un regalo para los sentidos, ya que desde aquí el sonido de las olas rompiendo en la orilla, se mezcla con la brisa fresca del mar. El nombramiento del paseo marítimo en honor a la Reina Letizia ha contribuido a promover el turismo local en Ribadesella. Visitantes de todo el mundo llegan para experimentar la majestuosidad del lugar y, al mismo tiempo, conocer la historia que se esconde tras su nombre.
En definitiva, el Paseo Marítimo Princesa Letizia de Ribadesella es un claro testimonio de la conexión entre la realeza y la comunidad local. Es un lugar que rinde homenaje a la belleza de Ribadesella, así como a la importancia de mantener vivas las tradiciones y la historia de esta región. Pero este paseo marítimo es mucho más que un lugar de ocio. Se trata de un rincón muy especial de la villa, en el que poder reflexionar al tiempo que se admira la belleza natural de la zona. Aquí, los visitantes pueden caminar disfrutando de una hermosa vista de la desembocadura del Sella, tomar fotografías de la playa de Santa Marina, disfrutar de un picnic o, simplemente, sentarse y admirar el horizonte mientras se sumergen en la serenidad que ofrece el entorno.
Puerto Pesquero de Ribadesella
Caminar por el Paseo Marítimo de Ribadesella supone adentrarse en la tradición pesquera de la villa. A lo largo de la ría de Ribadesella se puede admirar toda la belleza de esta localidad asturiana hasta llegar a su puerto pesquero. Este puerto riosellano fue durante siglos uno de los mejores puertos de todo el Cantábrico. Su historia se remonta a la Alta Edad Media y, desde entonces, no ha hecho más que mejorar con el paso de los años. En 1270 se realizó el primer trazado urbano de la villa, que abarcaba los barrios de la Aguda, la Atalaya, la plaza de la iglesia y el Portiellu.
Como ya te habrás podido imaginar el Puerto Pesquero de Ribadesella es todo un tesoro histórico y un crisol de la tradición marinera que ha sostenido a esta comunidad asturiana durante siglos. Documentos históricos sugieren que los habitantes de esta región ya se dedicaban a la pesca en el siglo XIII. Los pescadores utilizaban embarcaciones rudimentarias, como falúas y botes de madera, para adentrarse en el mar en busca de pescado.
El siglo XIX marcó un punto de inflexión en la historia del Puerto Pesquero de Ribadesella. Durante esta época, la pesca se profesionalizó y los pescadores comenzaron a utilizar embarcaciones más avanzadas, como los botes de pesca a vela. El puerto se modernizó con la construcción de muelles y el establecimiento de una lonja donde se podía vender el pescado capturado. El Puerto Pesquero de Ribadesella no estuvo exento de desafíos a lo largo del siglo XX. Durante la Guerra Civil Española, el conflicto tuvo un impacto significativo en la actividad pesquera local, pero la comunidad se recuperó con tenacidad. La llegada de la modernización en la década de 1960 trajo consigo la introducción de barcos a motor y tecnologías de pesca más avanzadas, lo que permitió a los pescadores ampliar sus rutas de pesca. En la actualidad, el Puerto Pesquero de Ribadesella sigue siendo el corazón de la comunidad local. La flota pesquera se ha diversificado para incluir no solo la pesca tradicional, sino también actividades como el turismo náutico y la acuicultura.
A través del Paseo Marítimo Princesa Letizia puedes acercarte hasta el Puerto Pesquero de Ribadesella, para admirar la vista de los coloridos barcos pesqueros, mientras disfrutas del mercado de pescado local, donde se venden productos frescos y se respira la autenticidad de la vida marinera.
Dónde comer pescado de la lonja de Ribadesella
La lonja de Ribadesella es el mercado donde los pescadores locales venden su captura fresca. Puedes visitar la lonja para comprar pescado fresco y cocinarlo tú mismo o preguntar a los pescadores locales si tienen recomendaciones sobre dónde comer pescado fresco en la zona. También puedes visitar el mercado de Ribadesella, donde es posible encontrar pescado fresco y otros productos del mar. No obstante, muchos restaurantes de la villa ofrecen pescado fresco en su menú. Estas son nuestras recomendaciones:
Restaurante Casa Basilio
Este encantador restaurante se especializa en ofrecer auténticos platos de la cocina asturiana en un ambiente de lo más acogedor. Los amantes del pescado fresco estarán en el paraíso aquí. Casa Basilio se abastece de la lonja de Ribadesella, lo que garantiza que los productos del mar estén siempre en su punto máximo de frescura. Los pescados a la parrilla, como el rodaballo o el lenguado, son sus platos estrella.
Sidrería La Marina
Estamos ante uno de los restaurantes de Ribadesella que mejores reseñas tiene en Internet. La sidrería La Marina se caracteriza por su amplia carta llena de platos tradicionales asturianos. Aquí podrás degustar generosas raciones de fabas o croquetas caseras, pero también deliciosos pescados frescos del Cantábrico. La Marina ofrece una gran variedad de opciones, desde merluza a la sidra hasta el delicioso «pixín» (rape) al horno. La frescura de los productos marinos y la maestría en la preparación se reflejan claramente en cada bocado.
La Parrilla de Ribadesella
La Parrilla de Ribadesella es conocida por su auténtico sabor a mar y montaña. Este restaurante brinda al visitante una experiencia gastronómica única en un entorno pintoresco. Los pescados frescos del Cantábrico, como la lubina, la merluza y el bonito, son la joya de la corona de este lugar. Estos pescados se cocinan a la parrilla y se sirven con ingredientes de casa como patatas, pimientos y aceite de oliva, lo que realza aún más su sabor natural. Además de los pescados, la Parrilla de Ribadesella también ofrece una variedad de opciones de carne a la parrilla. Las chuletas de cordero y el chuletón son de lo más popular.
La Guía
Este encantador establecimiento se encuentra en el corazón de la ciudad y es conocido por su exquisita cocina regional asturiana. No puedes dejar de probar la fabada asturiana, que es una auténtica delicia, o el pescado fresco del Cantábrico que se sirve con una variedad de salsas y guarniciones deliciosas. Acompaña cualquiera de estos platos con sidra fresca y tendrás el paraíso en tu boca.
Güeyu de Mar
Estamos ante un clásico de la cocina marinera riosellana. La especialidad de la casa son los pescados y mariscos frescos del Cantábrico. Así que estás en el lugar más indicado para probar los sabores del mar. Te recomendamos comenzar con un salpicón de bogavante y una ventresca a la brasa ¡delicioso!
¿Te habías imaginado que en Asturias pudiese haber tanta riqueza? Paisajes maravillosos, buena comida y un ambiente de lo más acogedor. ¿A qué esperas para poder contarlo?
Espero que os guste, déjanos tus comentarios en las Casas Del Valle
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